viernes, 22 de abril de 2016

LA BUENA ESCUELA 3era parte

“En el momento en que la escuela se aleja de su esencia de comunidad  y se transforma es una          jerarquización dictatorial, es donde se pierde todo lo que la hace única”

Amplitud: Liderar con todos y para todos
Una de las líneas de acción que entrega la OCDE en su documento mejorar el liderazgo escolar
es; “Distribuir el liderazgo escolar, comprometiendo y  reconociendo  una  participación más amplia en los equipos de liderazgo”.  [1] El liderazgo no se limita solo a   la   escuela, está inserto  en todos    los ámbitos de la vida,  por lo que su derecho lo puede ejercer cualquier  individuo.  Abogar  por  un   liderazgo  distribuido entre todos los miembros (Harris, 2008),  implica   desarrollar  una  cultura        escolar  participativa  y comprometida  por quienes la conforman  ( familia, profesores, directivos,    alumnos). La forma de liderazgo normativa alude a que mientras más distribuido sea, este  es mejor y  a través del liderazgo descriptivo lo colectivo no es capaz de ver o asumir al líder. Hargreaves    
señala que es  necesario distribuir el  liderazgo,  hacerlo significa contar con líderes positivos que      compartan la labor  y  traigan  consigo mejores   propuestas   para el logro de los aprendizajes en los alumnos en favor de una   formación integral  y  un clima escolar  nutritivo. No puedo negar que uno de los peores  enemigos de la   escuela actual son aquellos directores individualistas que reservan   la  información que  pertenece a    todos aquellos involucrados en el proceso de    enseñanza y               aprendizaje.
Lo mencionado  recientemente no pretende elevar el liderazgo compartido al rango de salvador de la
escuela, pues así  como trae beneficios puede ser perjudicial. En el libro Liderazgo sostenido el autor nombra a un “mal  liderazgo”, este ocurre cuando se abusa del poder  o se limita a cuidar los intereses individuales,  nociones que expuestas a la realidad tienen mucha  validez, así como en toda empresa, los establecimientos educacionales  cuentan con personal dentro  de su  planta, que tienen como        único fin el cuidar sus chequeras.  Por lo que el daño de esos  líderes negativos  hacia la escuela        puede llegar a ser   profundo.


Despertando al Gigante
“El aprendizaje profundo y amplio que satisface nuestras mejores ansias de mejora  y
avance humano” (Hargreaves)
Lograr que la escuela despierte significa plantear objetivos a largo plazo, crear instancias reflexivas y
expandir  la posibilidad de cometer errores. La funcionalidad que tenga la profundidad y amplitud en el  contexto escolar será consecuencia de la oportunidad que entregue el sistema y  de los riesgos  que tomen las escuelas. Se debe adoptar un aprendizaje  holístico  profundo y amplio para todos los          alumnos, una cultura escolar en la cual  todos aprendan juntos. Emprender acciones para   ejercer       esta pedagogía productiva  y ser mejores líderes significa saber cargar con lo profundo y amplio del  aprendizaje.
El libro liderazgo sostenible me entregó una perspectiva diferente respecto a la gran variedad de         factores que intervienen dentro de un mismo sistema, a entender como pequeños cambios pueden      provocar  grandes transformaciones, cada uno de los siete principios eran un complemento del           anterior y   concordaba con el siguiente, las ideas señaladas por  el autor me parecen pertinentes con  el momento actual de la   educación  chilena, la cual  continua encauzada en metas a corto plazo, su  actividad se   sitúa sobre  factores externos a los aprendizajes, mientras  el liderazgo como                  responsabilidad   compartida y la profundidad del aprendizaje son temas  recurrentes en la sala de los profesores, sin     embargo las condiciones y la resistencia al cambio han   impedido que la escuela     internalice nuevos  principios y produzca nuevas reflexiones sobre sus prácticas, más bien el   cambio se  dirige a superar cada año los resultados  de evaluaciones nacionales y los consejos de  profesores se fundan en  la  entrega de un cumulo de estrategias para aumentar puntajes,  donde la única             motivación que se   brinda al docente es  obtener mayores beneficios económicos si logra  alcanzar    ciertos estándares  con sus  alumnos.
Desconozco si alguna vez existió el “amor por educar”  por parte de las  instituciones escolares,    si  pensaron en   desarrollar en lo niños herramientas para ser mejores ciudadanos en el mundo. Pero     mientras nos conformamos con lo impuesto y el tiempo avanza a paso acelerado me pregunto ¿.cuál  es el   costo para lograr  un cambio  en el paradigma educativo?,  ¿la educación construye a la            sociedad o la sociedad construye la educación?  Mientras intento  responder, continuo creyendo que  un liderazgo   sostenible puede ser el principio hacia el liderazgo curativo aquel que nos cure de         todos los  males   que aquejan al gigante dormido y quesea capaz de potenciar  la buena escuela.



[1] Extraído de informe de la OCDE

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