“En el momento en que la escuela se aleja de su esencia de
comunidad y se transforma es una jerarquización dictatorial, es donde se pierde
todo lo que la hace única”
Amplitud: Liderar con todos y para todos
Una de las líneas de
acción que entrega la OCDE en su documento mejorar el liderazgo escolar
es;
“Distribuir el liderazgo escolar, comprometiendo
y reconociendo una participación más amplia en los equipos de liderazgo”.
[1] El liderazgo no se limita solo
a la escuela, está inserto en todos los ámbitos de la vida, por lo que su derecho lo puede ejercer
cualquier individuo. Abogar por un liderazgo
distribuido entre todos los miembros (Harris, 2008), implica desarrollar una
cultura escolar participativa
y comprometida por quienes la
conforman ( familia, profesores,
directivos, alumnos). La forma de liderazgo normativa
alude a que mientras más distribuido sea, este es mejor y
a través del liderazgo descriptivo lo colectivo no es capaz de ver o
asumir al líder. Hargreaves
señala que es necesario distribuir el liderazgo,
hacerlo significa contar con líderes positivos que compartan la labor y traigan
consigo mejores propuestas
para el logro de los aprendizajes
en los alumnos en favor de una formación integral y un clima
escolar nutritivo. No puedo negar que uno
de los peores enemigos de la escuela actual son aquellos directores
individualistas que reservan la
información que pertenece a todos aquellos involucrados en el proceso de enseñanza y
aprendizaje.
Lo
mencionado recientemente no pretende
elevar el liderazgo compartido al rango de salvador de la
escuela,
pues así como trae beneficios puede ser
perjudicial. En el libro Liderazgo sostenido el autor nombra a un “mal liderazgo”, este ocurre cuando se abusa del
poder o se limita a cuidar los intereses
individuales, nociones que expuestas a la
realidad tienen mucha validez, así como
en toda empresa, los establecimientos educacionales cuentan con personal dentro de su
planta, que tienen como único
fin el cuidar sus chequeras. Por lo que el
daño de esos líderes negativos hacia la escuela puede llegar a ser profundo.
Despertando al Gigante
“El aprendizaje profundo y amplio que satisface nuestras mejores ansias
de mejora y
avance humano” (Hargreaves)
Lograr que la escuela despierte
significa plantear objetivos a largo plazo, crear instancias reflexivas y
expandir la posibilidad de cometer errores. La
funcionalidad que tenga la profundidad y amplitud en el contexto escolar será consecuencia de la
oportunidad que entregue el sistema y de
los riesgos que tomen las escuelas. Se
debe adoptar un aprendizaje holístico profundo y amplio para todos los alumnos,
una cultura escolar en la cual todos aprendan
juntos. Emprender acciones para ejercer
esta pedagogía productiva y ser mejores líderes significa saber cargar
con lo profundo y amplio del aprendizaje.
El libro liderazgo sostenible
me entregó una perspectiva diferente respecto a la gran variedad de factores
que intervienen dentro de un mismo sistema, a entender como pequeños cambios pueden
provocar
grandes transformaciones, cada uno de
los siete principios eran un complemento del anterior y concordaba con el siguiente, las ideas señaladas
por el autor me parecen pertinentes con el momento actual de la educación chilena, la cual continua encauzada en metas a corto plazo, su actividad se
sitúa sobre factores externos a los aprendizajes,
mientras el liderazgo como responsabilidad compartida y la profundidad del aprendizaje
son temas recurrentes en la sala de los
profesores, sin embargo
las condiciones y la resistencia al cambio han
impedido que la escuela internalice nuevos principios y produzca nuevas reflexiones sobre
sus prácticas, más bien el cambio se dirige a superar cada año los resultados de evaluaciones nacionales y los consejos de profesores se fundan en la entrega
de un cumulo de estrategias para aumentar puntajes, donde la única motivación que se brinda al docente es obtener mayores beneficios económicos si logra
alcanzar ciertos estándares con sus alumnos.
Desconozco si alguna vez existió
el “amor por educar” por parte de las instituciones escolares, si pensaron
en desarrollar en lo niños herramientas
para ser mejores ciudadanos en el mundo. Pero mientras nos conformamos con lo impuesto y
el tiempo avanza a paso acelerado me pregunto ¿.cuál es el costo para lograr un cambio
en el paradigma educativo?, ¿la
educación construye a la sociedad
o la sociedad construye la educación? Mientras intento responder, continuo creyendo que un liderazgo
sostenible puede ser el principio
hacia el liderazgo curativo aquel que nos cure de todos los males que aquejan al gigante dormido y quesea capaz
de potenciar la buena escuela.
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